Una historia para cambiar la historia
Sevilla es una de las capitales del fútbol mundial, una fábrica de talento en la que empieza a despuntar Aitor Antonio, un muchacho de 13 años, que juega de lateral en el Nervión, como lo hiciera su padre: Antonio Puerta, leyenda sevillista que cambiaría para siempre la historia ganadora de su club.
Aitor nunca pudo contar con sus consejos para seguir sus pasos hacia la élite, pero sí con los de un padrino (futbolístico) muy especial: Joaquín Sánchez, icono verdiblanco y capitán del Betis. Porque enseñarle tus armas al eterno rival puede ser poco inteligente o puede ser lo más inteligente que hayas hecho en tu vida. Piénsalo.